miércoles, 13 de mayo de 2015

No deconfio,ni espero.

Apareciste en un frasco cuando papá te trajo del patio y me pregunto si entrabas en mi valija. Tuviste mejor suerte que las semillas que quedaron en el aeropuerto. No es que haya negado tu compañía, solo omití mencionar que venías conmigo. Nadie iba a sospechar que te traía adentro de una bota de lluvia. Creo que no hubiese podido especificar en ingles si sos una flor, una fruta o solo un níspero.
Te pusieron en la ventana del comedor sin esperanza alguna de que crecieras y ahí te volviste mi causa. Siempre fui buena defendiendo sinsentidos. Te tenía que cuidar por ser, de una manera que no tengo decidida, un pedazo mío.
Sobreviviste todo el invierno. Te dieron tu tierra local y hasta una maceta. Te di besos pensando en mi familia. Hoy me toca verte ascender al patio, si es que eso significa algo. Me da un poco de orgullo y me atrevo a anotarlo como un triunfo.
Mantenés tu estilo original, esa hojita que nació allá en de casa y esa ramita que parece que se quiebra a la primera brisa. Es como si defendieras tu origen aunque nadie lo esté atacando. Me caes bien. Tenés tres brotecitos y creo que uno es el tallo. Supongo que es algo bueno. Para mi significa un crecimiento interior, no sé si tuyo.
Puedo resumir las ideas que me trasmitís en que, tal vez, todos cuando viajamos nos llevamos nuestra raíz para nutrirla de nuevas culturas. Aunque vos no vas a volver, ni elegiste venir y ahí se me desdibuja la teoría. No sé por qué te escribo.
Necesitando sol y agua, con una primavera en flor, sospecho que me estás haciendo trampa en esto de avanzar dentro de una nueva experiencia y ahora no me caes tan bien. Pareces gritarme que tan difícil no es… Llegamos con objetivos distintos, este es tu nuevo hogar y yo, digamos, que estoy de paso y hablando con un níspero.
Apenas se te ve en tu nueva maceta de exterior y me genera cierta intriga saber de cuánto de tu crecimiento voy a ser testigo. Cuando des tu primer fruto, ¿dónde estaremos? Supongo que es una pregunta muy filosófica para hacerle a algo que capaz de flores.
No desconfío de que llegues a árbol o arbusto, lo que sea que corresponda. Vos lo sabrás mejor, se te ve bien manejando tu destino. No espero tener la misma suerte, no porque no me crea capaz de echar raíces sino porque no decido todavía en que tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario