miércoles, 13 de mayo de 2015

La roca


Sin intención, antes de endurecerme
quedaron atrapados elementos ajenos
en mí. No hay dos mitades iguales.
Mientras más duro
menos probable el deformarse,
pienso.

Comienzo a sentir esa pesadez
otra vez, me está venciendo.
¿De qué me sirve una coraza
 si el dolor es su ruptura?

Puedo oír en el latido
bajo esta roca la música
de perder anhelos y vivir
para recordarlos.


El tiempo me fue erosionando,
víctima de una tormenta.
Nunca he logrado cambios,
a veces soy lo que de mi esperan
otras, grotescamente diferente.


Ella ciega, me esculpe.
Podía volver
a la vida a través de sus manos.
Quedó nuestro amor, destruido.



Me transformo
en mi propia piedra,
recupero un pedazo de humanidad.
Tengo que dejarte, me espera una nueva batalla

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